DIVISIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO
¿Qué es la División Internacional del Trabajo?
La división internacional del
trabajo consiste en que los distintos países del mundo se especializan en la
producción de determinados bienes y servicios con el fin de aprovechar sus
ventajas comparativas. La división internacional del trabajo se asemeja a la
división del trabajo que se da en una empresa o país solo que esta se extrapola
a nivel internacional. De esta forma, así como algunos trabajadores se
especializan en la realización de determinadas tareas o áreas de estudio, a
nivel internacional también se observa que los países se tienden a especializar
en determinadas industrias o actividades productivas. Así, por ejemplo, en el
Reino Unido se observa una especialización en el área de servicios financieros
mientras que en Brasil se observa una especialización en la producción de carne
de pollo o de café.
Es entendida como la división que
existe entre los países en el proceso de producción mundial. Surge a mediados del
siglo XIX y tiene una mayor consolidación durante la primera mitad del siglo
XX. La división internacional del trabajo es un término que explica cómo cada
uno de los países se inserta en la economía del mundo, especializándose en la
producción de determinados bienes y servicios, y haciendo que los países se
clasifiquen de acuerdo a su base económica. En ese sentido, por un lado,
existen los países centrales o industrializados, cuya economía se basa en la
producción industrial. Por otro lado, existen los países periféricos o no
industrializados, los cuales se sustentan económicamente en la exportación de
alimentos y materia prima. La división internacional del trabajo tiene como
objetivo principal aprovechar los recursos y capacidades productivas que tiene
cada país. Al mismo tiempo, fomenta el intercambio comercial mediante el
establecimiento de lazos económicos entre países. La división internacional del
trabajo también se relaciona con el concepto de cadenas globales de valor en
donde las empresas llevan a cabo distintas etapas de su cadena productiva en
diversos lugares del mundo.
Origen
La división internacional del
trabajo se origina a mediados del siglo XIX, como consecuencia de la necesidad
que tuvieron los países industrializados de comprar materia prima debido al
aumento productivo de sus industrias. El aumento de la producción de las
industrias y la demanda de los bienes y servicios hacía imposible seguir
manteniendo el ritmo de producción, ya que no tenían la cantidad de materia
prima necesaria para ir a la par de la demanda. Por tal motivo, fue necesario
que los países de América, África y parte de Asia comenzaran a producir la
materia prima que los países industrializados no producían.
En efecto, dado que los países
cuentan con distintos recursos y capacidades productivas, tendrán alguna
ventaja relativa en la producción de algún producto o servicio comparado con
otro país, ya sea en costos o en calidad. En consecuencia, surge la división de
los países en dos grandes clases económicas: los países industrializados o
centrales, y los no industrializados o periféricos. Los países industrializados
(también conocidos como desarrollados y/o centrales) eran aquellos que poseían
la tecnología, la experiencia y el sustento económico necesario para dedicarse
a la producción industrial. El origen de la teoría económica que sustenta el
concepto de división internacional del trabajo se encuentra en las ideas de
Adam Smith (división del trabajo en la empresa), David Ricardo (costes
comparativos en el comercio internacional) y John Stuart Mill (ventajas
comparativas). Por otro lado, los países no industrializados o periféricos eran
aquellos que no tenían las condiciones para la industrialización, pero tenían
riquezas naturales. Esto permitía que se dedicaran a la explotación y
exportación de la materia prima más abundante en cada país.
Características de los países centrales y periféricos
Características de los países centrales y periféricos
Países centrales
- Mantienen un alto nivel de desarrollo industrial y tecnológico.
- Tienen altos niveles de producción anual.
- Tienen altos índices en la educación de la población.
- Presentan bajos niveles de mortalidad infantil.
- Tienen bajos niveles de pobreza.
- La mayoría de la población que tiene edad para trabajar tiene empleo.
Países periféricos
- Inicialmente presentaron aumento de la deuda externa (en la actualidad algunos países han solventado este problema mediante la aplicación de un nuevo sistema económico).
- Son explotadores y exportadores de materia prima.
- En algunos casos tienen bajos índices de educación.
- Tienen altos niveles de pobreza.
- En algunos casos la población que tiene edad para trabajar se encuentra desempleada.
Entre los países periféricos se
encuentran: Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia, Ecuador, Bolivia, Venezuela,
entre otros.
Estos se destacan en la
exportación de arroz, maíz, algodón, azúcar, cacao, café, carne, hierro,
aluminio, carbón, cobre, madera y petróleo, entre otros.
Es necesario destacar que algunos
de los países antes mencionados están vía de desarrollo. Por tal motivo, poseen
algunas industrias.
Ventajas y desventajas de la división internacional del trabajo
Ventajas
- Fomenta el desarrollo productivo.
- Fomenta el intercambio comercial entre los países.
- Promueve la disminución de los costos de producción (específicamente para los países industrializados).
Desventajas
- La división internacional del trabajo produjo la distribución desigual de las riquezas, ya que la materia prima producida por los países no industrializados tenía menor costo que los productos industrializados.
- Esto ocurre como consecuencia de la existencia del fenómeno llamado “deterioro de los términos de intercambio”, donde se evidencia que la materia prima pierde valor relativo (valor condicionado por la necesidad propia o ajena) al lado de los bienes industrializados, haciendo que los países periféricos vayan descapitalizándose.
- En consecuencia, con la división internacional del trabajo se vieron favorecidos los países industrializados, aumentando las riquezas de ellos mientras que para el resto fue aumentando la pobreza.
- Otra desventaja de la división internacional del trabajo es que ocasiona que los países subdesarrollados dependan económicamente de las grandes potencias económicas, impidiendo el establecimiento de industrias, lo cual les daría independencia económica.
Por tal motivo, se dice que esa división solo
beneficia a las grandes potencias.
Importancia de la División Internacional del Trabajo
Si uno desea comprender el orden
mundial geopolítico y económico, debe prestarle atención al concepto central de
la división internacional del trabajo. Esta idea que tiene aspectos políticos,
geográficos y económicos surge en la segunda mitad del siglo XIX y tuvo por
objetivo dividir el planeta dominado por Occidente en dos regiones: las regiones
modernas y poderosas o 'centro' y los países dominados y empobrecidos o
'periferia'.
Beneficios de la división internacional del trabajo
- Entre los beneficios de la división internacional del trabajo se encuentran:
- Un uso más eficiente de los recursos ya que cada país aprovecha sus recursos y potencial en las tareas que le resultan mejor
- Una disminución de los costos a través de dos medios: el aprovechamiento de ventajas comparativas y el aprovechamiento de economías de escala
- Se fomenta el desarrollo productivo de los países a través del intercambio comercial
Críticas a la división internacional del trabajo
Algunos economistas han criticado
los efectos de la división internacional del trabajo afirmando que esta sólo ha
fomentado la desigualdad y la pobreza de los países productores de materias
primas. En efecto, en la década de los 70`s-80´s, los economistas Raúl Prebisch
y Celso Hurtado, que pertenecían a la Comisión Económica para América Latina y
el Caribe de la Organización de Naciones Unidas (ONU), afirmaron que la
división internacional del trabajo llevó a una división del mundo en dos
grupos: uno productor de bienes industrializados y otro, productor de materias
primas. El primer grupo se veía beneficiado por el aumento de los precios relativos
de sus productos mientras que el segundo grupo iba perdiendo poder adquisitivo
por la progresiva pérdida de valor de sus productos. A este fenómeno en donde
los bienes industriales se apreciaban mientras que las materias primas reducían
su valor relativo se le llamó el deterioro de los términos de intercambio que
tendría como consecuencia un aumento de la desigualdad y una mayor dependencia
de los países más perjudicados a los más ricos.
El porqué de una división que rige hasta el día de hoy
Para entender la necesidad de la
división internacional del trabajo, debemos hacer referencia al contexto en el
que este concepto surge. En este sentido, la segunda mitad del siglo XIX ve
nacer en Europa una necesidad de crear mercados de producción de materia prima
barata que luego pudiera ser comercializada al centro y transformada en
manufacturas o productos con valor agregado. Este fenómeno se da principalmente
como consecuencia de la industrialización europea que requirió cada vez más y
más material barato para producir. En este sentido, los países europeos más
pujantes para la época (Gran Bretaña, Francia, Alemania) establecieron una
división internacional que designó actividades y especificidades, de manera
indiscutible. Así, los países industrializados comenzaron a dominar
militarmente a las regiones del planeta que quedaran sin dominar (como África o
el sudeste asiático) y económicamente a aquellas que ya dominaban hace rato
(especialmente América Latina). Estos nuevos tres mercados le permitieron a
Europa encontrar regiones de producción barata de materia prima para ser
industrializada.
Entender los intereses detrás de la división internacional del trabajo
es una necesidad política
Cuando observamos las
características de la división internacional del trabajo que los países
occidentales desarrollaron en la segunda mitad del siglo XIX entendemos que las
intenciones detrás de esta reorganización geopolítica tuvieron que ver con
intereses económicos y geográficos. Así, esta división les permitió a los
países más pujantes consolidar su poder sobre todo el resto del mundo conocido,
establecer formas de vínculo imperialistas y alentar a la desigualdad económica
debido a que los países de la periferia se veían obligados a vender su
producción a precios impuestos por un mercado internacional. Por su parte, los
productos de tipo industrial se vendían a altos precios y esto significaba que
en definitiva se enriquecían sólo dos o tres países en todo el planeta mientras
el resto producía según el interés, necesidad o consumo de los primeros. Esta
división regional del planeta se mantiene hasta el día de hoy y es lo que se
conoce también como países del Primer Mundo y países del Tercer Mundo.
Evolución de la división internacional del trabajo
La visión tradicional y crítica
de la división internacional del trabajo era que los países se especializaban
en materias primas o en bienes industrializados, No obstante, con el avance las
tecnologías y la interconexión global esta división se aleja de la realidad.
Hoy en día, empresas transnacionales están interesadas en producir bienes
industriales en países menos desarrollados puesto que les es más conveniente
debido a sus menores costes salariales, menores impuestos u otras ventajas. De
esta forma, los países que antes eran meros productores de materias primas
ahora fabrican bienes industrializados mientras los países más avanzados se
concentrarían en el desarrollo de tecnología avanzada, servicios especializados
y en rentabilizar su capital a través de inversiones nacionales e
internacionales.
La nueva división internacional del trabajo
Después de la segunda guerra
mundial surgió una nueva economía capitalista basada en la migración masiva del
capital de los países industrializados hacia los países que no lo eran.
Por consiguiente, se evidencia
que la división internacional del trabajo no estaba acorde a la realidad del
siglo XIX. En la actualidad la globalización y los avances tecnológicos han
hecho que surja una nueva división internacional del trabajo, ya que aquellos
países que eran productores de materia prima ahora generan productos
industrializados. Este cambio surge como consecuencia de la inversión de las
empresas transnacionales: les resulta más barato producir en los países
subdesarrollados porque los costos salariales y los impuestos son menores que
en los países desarrollados. Por su parte, los países centrales ahora se
centran en el desarrollo de tecnología avanzada y en hacer rentable su capital,
mediante inversiones nacionales e internacionales.
En ese sentido, ahora se observan
dos grandes grupos: los que producen gracias a la inversión extranjera, y los
que invierten en otros países y desarrollan tecnología de calidad.
No obstante, aún existe la
dependencia económica y ahora se le agrega el aumento excesivo de la compra de
aparatos electrónicos de última generación.
Consecuencias de la nueva división del trabajo
- Aumento de la competitividad entre los países industrializados en busca de la expansión de su producción.
- Requiere un mayor nivel de capacitación de los trabajadores.
- Ocasiona la reubicación de la producción en varias partes del mundo. Por tal motivo, se observa que no todas las partes de un producto son hechas en el mismo lugar.
- En algunos países se produce un aumento del tiempo estipulado para la jornada laboral.
- Especialización en un campo de producción determinado.
- Distribución desigual de las riquezas.
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