CONSUMO
Consumo es la acción de utilizar
y/o gastar un producto, un bien o un servicio para atender necesidades humanas
tanto primarias como secundarias. En economía, se considera el consumo como la
fase final del proceso productivo, cuando el bien obtenido es capaz de servir
de utilidad al consumidor. Existen bienes y servicios, que se agotan en el
momento de consumirse, como por ejemplo los alimentos, mientras que hay otros
que solamente se transforman, como por ejemplo un viaje en avión.
En el sistema capitalista actual,
el consumo representa una actividad cíclica, puesto que el hombre produce para
consumir, y este consumo genera más producción. Con el consumo se busca
satisfacer no sólo las necesidades presentes, sino también las necesidades
futuras.
Citando al sociólogo
norteamericano Jeremy Rifkin, el incremento exponencial del consumo se produjo
en la década de 1920 para “aliviar la sobreproducción en Estados Unidos,
motivada por el aumento en la productividad y la bajada de la demanda por la
existencia de un alto número de desempleados debido a los cambios tecnológicos
que se estaban produciendo”.
Si bien, antes de esta fecha, la
noción de consumo siempre estuvo íntimamente ligada a la vida social, la misma
obtuvo su peculiar sentido actual, a partir de este momento. La década de los
’20 resultó en una coyuntura del sistema capitalista, cuando a partir de aquí,
la circulación masiva de capitales (dinero) se produjo justamente a través de
la compra-venta de productos, es decir, a través del consumo.
Asimismo, en macroeconomía, es
posible realizar una distinción entre:
·
Consumo privado: que representa el valor de las
compras de productos y contrataciones de servicios que efectúan familias y
empresas privadas.
·
Consumo público: que serían las compras del
Estado.
·
También es uno de los principales medidores del
Producto Interno Bruto (PIB) de un país.
Desde el punto de vista de la
economía sustentable, el gran problema del consumo radica en que la gran parte
de la población mundial no produce, sino que consume, por lo que cada vez se
hace más necesario crear un sistema que normalice esta situación y que ayude a
cada consumidor a adjudicarle algún tipo de rol productivo por pequeño que éste
sea, para mantener en correcto funcionamiento al planeta.
Los tipos de consumo
Quizá sea la compra racional y la
compra compulsiva las dos que más conozcamos, pero lo cierto es que nos
encontramos con una clasificación de tipos de consumo algo más específica y a
continuación la comprobamos:
- El consumo racional: son las acciones de compra que finalmente acaban con la adquisición del producto a través de una reflexión y estudio del mismo.
- El consumo compulsivo: forma parte de aquellas compras que son llevadas a cabo por un deseo y no por una necesidad. El comportamiento en estos casos por parte del consumidor no implica una reflexión directa para adquirir un producto.
- El consumo sugestionado: tiene que ver con el anterior, pues en estos casos la acción de compra se desarrolla a través del impacto y tareas de marketing por parte de las empresas, mediante anuncios con la intención de influir en los comportamientos de compra del consumidor
- El consumo sostenible: es el que se desarrolla en un contexto en el que se atienden a las necesidades básicas, pero respetando el medio ambiente y los derechos humanos.
- El consumo indiferente: detrás de este comportamiento nos encontramos con el total de productos que son adquiridos por lo que el producto ofrece.
- El consumo experimental: se produce cuando se compran productos nuevos, aunque ni siquiera que hayan probado nunca. En este sentido el componente tecnológico juega un papel muy importante para dejar a un lado el producto que se empleaba y que ahora será sustituido por otro.
Consumo y macroeconomía
Cuando hablamos de consumo y
macroeconomía nos encontramos ante la circulación de capital y la relación que
existe entre la compra del producto y su consumidor. En este sentido,
macroeconomía implica la existencia de un consumo privado y de un consumo
público:
El consumo público es aquel que
tiene que ver con las compras del Estado, mientras que el consumo privado hace
alusión a las adquisiciones llevadas a cabo por las entidades privadas
propiamente y las familias.
Consumo y responsabilidad
Hoy por hoy la constante
adquisición de productos y la facilidad que se nos ha brindado para
conseguirlos en un tiempo récord ha generado mucha controversia en relación a
la sostenibilidad. Por este motivo, se hace especial hincapié en lo importante
que es un consumo responsable para cuidar el impacto que la producción tiene
sobre nuestro planeta.
Por consumo responsable entendemos
la capacidad que las personas tienen para valorar mucho más lo que implica el
proceso de producción y el recorrido que sigue un producto desde que tan solo
es una materia prima hasta que llega a nuestras manos. Además, el consumo
responsable implica la calidad del producto, asegurarnos de su procedencia, de
cómo se ha fabricado y del papel que las empresas han tomado para desarrollar
sus productos y servicios. Por ello, gran parte para lograr la sostenible
depende y mucho de nuestro comportamiento y de nuestra actitud.
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